Medellín, marzo de 2002
Doctor
JAIME RESTREPO CUARTAS
Rector, Universidad de Antioquía
Respetado señor rector:
Los suscritos, profesores de la Universidad de Antioquía, nos dirigimos a usted para solicitarle en forma respetuosa que sea reconsiderada la decisión que desaloja de su puesto habitual de trabajo -una venta de libros situada en el corredor de la Biblioteca Central- al señor Gustavo Zuluaga Herrera.
Somos concientes de la necesidad de algunas de las medidas de seguridad adoptadas por la directivas de la Universidad, implantadas a raíz de la situación de violencia presentada en las instalaciones de la ciudad universitaria durante las últimas semanas. Sin embargo, consideramos que esas medidas no deben dirigirse a vulnerar el derecho al trabajo de personas que han estado vinculadas y que han prestado de muchas maneras sus servicios durante muchos años a la Universidad, como es el caso del señor Zuluaga.
Vale la pena recordar que la vinculación del señor Zuluaga con la Universidad comenzó en 1997 y se prolongó durante la década de los años ochenta cuando él, en forma desinteresada, sin percibir ninguna clase de retribución económica, coordinó durante casi diez años los programas de extensión cultural de la Biblioteca Central y sus publicaciones. Por esa misma época, fundó un programa radial - Sol Nocturno-, dedicado a la divulgación de la literatura y de las actividades culturales de la ciudad, y en especial de la Universidad. Este se transmitió por mas de quince años en la Emisora Cultural, por lo cual recibió una distinción como uno de los colaboradores más antiguos de la misma. El programa continúa transmitiéndose cada semana, con un nombre nuevo, desde hace trece años.
Por otra parte, durante los últimos diez años, el señor Zuluaga ha estado vinculado en forma voluntaria y permanente a varios proyectos editoriales de la Universidad, ha colaborado con muchos de los eventos de extensión cultural, orienta una tertulia abierta a la cual asisten estudiantes, profesores, lectores y escritores jóvenes de nuestra ciudad y de nuestra universidad, y ha participado en otros proyectos culturales, como el reciente documental sobre la vida y la obra del poeta José Manuel Arango, con el cual se inauguraron este año las transmisiones del Canal Universitario.
Mientras tanto, durante cerca de quince años, el señor Zuluaga ha mantenido una venta de libros que por su antiguadad se ha convertido en un espacio tradicional de encuentro en la vida universitaria. En él tanto estudiantes como profesores hemos podido adquirir a precios muy bajos libros nuevos y viejos, títulos que no han vuelto a ser editados, libros raros y curiosos. Al mismo tiempo, el lugar se ha convertido en el centro habitual de conversación e intercambio cultural, todo alrededr de los libros.
Consideramos que a lo largo de estos años el puesto de libros del señor Zuluaga no ha atentado en modo alguno contra la seguridad de la Universidad ni ha perjudicado la buena marcha de la vida universitaria. Por el contrario, ha sido un lugar que congrega a numerosos estudiantes y profesores amantes d elos libros, al mismo tiempo que permite la subsistencia de por lo menos siete personas, cuatro de ellas estudiantes de nuestra universidad.
Por estas razones, señor rector, le pedimos respetuosamente su intervención para que el puesto de libros del señor Zuluaga no sea cerrado en forma definitiva. Creemos que si van a implementarse nuevas medidas sobre el uso del espacio público en la ciudad universitaria, seria un asunto de fácil solución concertar una nueva ubicación del puesto y permitirle al señor Zuluaga legalizar su relación jurídica con la universidad y ejercer su derecho al trabajo.
Esta sería una decisión justa de las directivas frente a alguien que, como él, ama la universidad y durante muchos años, y en forma anónima y desinteresada tamién ha trabajado por ella.
Atentamente,
JOSÉ MANUEL ARANGO
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